Motivación y liderazgo

La motivación es un estado psicológico o impulso mental que debe estar presente en cada ser humano para poder realizar las diferentes acciones que encaminen a desarrollar con éxito cada una de las actividades que se lleven a cabo.

En si, motivación es una energía que nos mueve y transforma día a día en seres humanos diferentes con desempeños extraordinarios desde cada una de nuestros estrados.

Esa motivación nace o crece según las diferentes necesidades humanas, necesidades interiores, en donde el ser humano se esfuerza para lograr sus objetivos. La motivación nace tanto del interior como del medio exterior, cuando por ejemplo alguien nos brinda una recompensa por algo realizado.

Estímulos externos que perfectamente podemos brindar y recibir, pues cuando entregamos esos estímulos estamos motivando a alguien y así de la misma forma se nos motiva a nosotros mismos; es entonces desde mi punto de vista particular una retroalimentación recíproca.

La motivación es una situación personal que puede afectar de manera positiva a muchas personas pues de alguna forma es algo «contagioso» que beneficia la vida propia y  la vida de quienes nos rodean en el sentido que las vibras positivas se demuestran.

La motivación debe estar presente siempre para alcanzar sueños, anhelos y aquellos deseos que están en nuestro interior, y esto se relaciona con la motivación intrínseca y extrínseca.

En el camino a alcanzar esa motivación nos encontramos con diferentes necesidades que como seres humanos deseamos suplir. Ese cúmulo de necesidades se evidencia perfectamente en la teoría de Abrahan Maslow que ubica jerárquicamente esas necesidades, desde lo más bajo a la cúspide de la pirámide, para el caso nos encontramos con las necesidades básicas, como la alimentación, saciar la sed, en fin, sentirnos satisfechos en ese aspecto.

Las necesidades de seguridad, en donde deseamos estar bien, caminar seguros, no sentir dolor ni físico ni emocional, etc., las necesidades sociales por su parte están relacionadas con el deseo de integrarnos en un grupo, tener compañía, amistad y buenas relaciones afectivas.

Las necesidades de estima relacionadas a factores internos y externos como el respeto a uno mismo y la atención necesaria de parte de las personas que nos rodean.

Y en la cúspide de la pirámide están las necesidades de autorrealización, superarnos constantemente, alcanzar nuestro máximo potencial y plena satisfacción por aquello que hemos logrado obtener.

Dentro de esto merece importancia recalcar la teoría de los factores de Herzberg, pues es una teoría con total vigencia y que se adapta muy bien a nuestra realidad social y muy particularmente en el ámbito laboral, donde los empleados se ven  motivados ya sea por los factores como el salario que obtienen por la realización de su trabajo.

Pero más allá de la motivación esta teoría expone que son elementos que producen satisfacción en el humano, pues hay una diferencia entre estar motivados y estar satisfechos con algo, muy por el contrario a lo que se puede creer, el sueldo obtenido a veces no motiva al empleado más bien lo satisface.

Y aquí también hay una relación muy importante entre la motivación y el liderazgo que se puede expresar en las diferentes relaciones con compañeros de estudio o trabajo, por supuesto los factores intrínsecos y extrínsecos están presenten en todo el proceso.

Al mismo tiempo existen situaciones que pueden frustrar o desmotivar a las personas, esos aspectos negativos se distinguen debido a situaciones externas que rodean al individuo como el ambiente del trabajo, el espacio físico, ambiente no adecuado, con los recursos que no son los idóneos para el desarrollo satisfactorio del trabajo.

Pueden ser relaciones negativas como positivas; sin embargo lo importante es rescatar los aspectos motivacionales externos a los empleados, como buenas capacitaciones, excelente comunicación entre jefes y subalternos, condiciones físicas de trabajo más adecuadas, recompensar por el logro de objetivos, entre otras.

Es sin duda, el trabajo que llega a compensar tantas cosas en el ser humano, satisface necesidades humanas propias de la sociedad moderna. la importancia del trabajo en la vida toma protagonismo desde el momento en que estamos desempleados y que no podemos  suplir nuestros deseos y necesidades más importantes para nuestro desarrollo como seres humanos.

Y es justamente en el mismo trabajo en donde también el ser humano encuentra muchas frustraciones y acciones para su vida que no son satisfactorias, por ejemplo en la parte negativa, un empleado con problemas y con una serie de actitudes de negaciones puede contagiar a los demás de dichas actitudes. La baja moral  puede llevar a la ineficiencia, a la poca o mala producción y al descontento en todos, en donde muchos salen perdiendo.

Es por lo anterior que entra a jugar un papel muy importante el rol de un líder, pero ¿Quién es un líder? Desde mi punto de vista son aquellas personas capaces de entender y aportar verdaderamente  un papel trascendente en el crecimiento positivo de todos los empleados o seguidores, -pues cabe mencionar que hay varios tipos de líderes y liderazgos-, pero que por lo general siempre es positivo, admirado y seguido por sus actitudes de empatía con las masas o con grupos más reducidos.

Un verdadero líder cambia situaciones, sociedades, a través de sus aportes y que ninguna otra persona que no sea un líder puede lograr. si bien todo ser humano puede llegar a ser un buen líder siempre y cuando siga esos principios que lo motivan.

Tener esa visión para encontrar en cada uno de quienes le rodean las diferentes características ya sea de manera plural o singular. Un líder entonces debe implementar esas acciones encaminadas a desarrollar las habilidades para aportar y ejecutar sus ideas, esa aplicación de pensamientos que inician desde uno mismo para lograr llegar al éxito; es decir, ser autodisciplinado y «contagiar» a quienes nos rodean, esto sin duda se puede traducir en motivación.